El coleccionismo de monedas del mundo es una de las formas más económicas, sencillas y divertidas de iniciarse en la numismática.

¿Quién no ha recibido de pequeño un puñadito de monedas de algún país que hubiera visitado recientemente algún familiar? 

La catalogación y estudio de dichas monedas permite al joven coleccionista acercarse al conocimiento de la historia, geografía y cultura de diferentes países. 

Con el paso del tiempo sabrá identificar las monedas de cualquier lugar del mundo, así como los diferentes metales en que se acuñaron o las fechas y valores escritos en caracteres no latinos.

Es muy posible que con el paso del tiempo se decida a dar el paso a un tipo de coleccionismo numismático más especializado, ya sea de algún país en concreto o de periodos históricos. O, quien sabe, quizás nunca opte por dar este paso y siga coleccionando y clasificando gustosamente todas las monedas extranjeras que vayan cayendo en sus manos de una u otra forma. Desde luego esta clase de coleccionismo es perfectamente digno y toda colección que esté convenientemente ordenada merece ser admirada y mostrada en público con orgullo. 

Con esta sección dedicada a la numismática extranjera se pretende facilitar a aquellos que opten por este tipo de coleccionismo, toda la información y curiosidades que se nos ocurran y puedan resultarles de interés a la hora de organizar su propia colección de monedas del mundo. 

Estos artículos que iremos incluyendo periódicamente en los boletines de Norba Filatélica irán dirigidos a coleccionistas noveles para que conozcan las claves para acometer este tipo de colecciones al alcance de todos los bolsillos. 

Datación y numeración de monedas de otras culturas
 
Para empezar vamos a iniciarnos en el conocimiento de los valores y las fechas en diferentes países que no utilizan el alfabeto latino y, por tanto pueden ser más complicados de desentrañar para nosotros. A lo largo de los próximos números conoceremos como se escribe y se datan las monedas en árabe, indio, chino, japonés, nepalí, tailandés… y otras muchas naciones que debido a sus vicisitudes históricas y culturales decidieron comenzar el cómputo del tiempo en unas fechas distintas de las utilizadas por las naciones occidentales que toman como referencia el nacimiento de Cristo.


Estado de Israel
 
El presente número lo dedicaremos a las monedas israelíes cuyas inscripciones se encuentran en caracteres hebreos y computando sus años desde mucho antes de lo que lo hacemos nosotros.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Dijo Dios “haya luz” y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad, y llamó Dios a la luz “día”, y a la oscuridad la llamó “noche”. Y atardeció y amaneció: día primero. (Génesis 1, 1-5)

 
Este “día primero” al que alude el libro del Génesis fue establecido (según la tradición) el 1 del mes Tishrei del año 1, es decir un domingo 7 de octubre del año 3761 antes de Cristo. A partir de esta fecha, que no fue calculada hasta el siglo IV de nuestra Era por el sabio Hilel II, los judíos han ido estableciendo las dataciones a lo largo de su historia. En 1948 el recientemente creado Estado de Israel, como heredero de muchas de las tradiciones judaicas, decidió también utilizarlo para calcular el cómputo de los años. Este calendario que comienza a numerar los años desde la llamada “Génesis del Mundo” es conocido como “Era Judía” (EJ).

El calendario hebreo tiene carácter lunisolar, por lo que se basa en el ciclo de 365 días de la Tierra alrededor del Sol para establecer los años y para el cómputo de los meses en lo que tarda la Luna en describir la órbita sobre la Tierra.

De esta manera, en la fecha en que salga publicada esta revista nos encontraremos en el año hebreo de 5772 (que comenzó al atardecer del 28 de septiembre del 2011 y finalizará el 16 de septiembre 2012).

Los cálculos para convertir un año del calendario gregoriano a su correspondiente hebreo se realizan sumando la cifra 3760 (2012 + 3760 = 5772). Para llevar a cabo el proceso inverso (que será lo que más nos interese para datar correctamente nuestras monedas de Israel) bastaría con restar de la fecha reflejada en la moneda la cifra 3760 (5748 – 3760 = 1988).

Una cuestión bastante más peliaguda que la de transformar el calendario judío al occidental o gregoriano es la de saber traducir correctamente los números hebreos a los caracteres occidentales.
El sistema de numeración hebreo tiene carácter alfabético y se forma a partir de diferentes combinaciones de un total de 22 letras consonantes. Para escribir sus números se utilizan las letras de su alfabeto asignando a cada unidad (1, 2, 3, 4, … 9) una letra separada; a cada decena lo mismo (10, 20, 30, 40, … 90) y también a cada centena (100, 200, 300, 400, … 900). En este tipo de sistema no existe numeración para el “0”.

La siguiente tabla os será de mucha utilidad a la hora de traducir los caracteres en hebreo del valor de cada moneda, aunque hay que señalar que la mayoría de las monedas israelíes se acuñan con la cifra del valor con la numeración occidental.


Puesto que es bastante complicado establecer las formas en las que se combinan los números hebreos para componer cifras más altas (como serían los años) y el objetivo de este estudio sólo busca facilitar la identificación de las fechas de las monedas para poder datarlas correctamente, me limitaré solamente a presentar una tabla con los años en caracteres occidentales y hebreos desde que se emitieron las primeras monedad del moderno Estado de Israel en 1948. Estas cifras deben ser leídas de derecha a izquierda.


Una vez que nos hemos hecho una idea de los fundamentos del calendario hebreo y nos hemos familiarizado un poco con la caligrafía de los números, no deberíamos tener ningún problema en desentrañar las fechas de las monedas del Estado de Israel que tengamos en nuestra colección.



 Un par de apuntes antes de finalizar este artículo:
· La palabra en hebreo para designar a “Israel” es ישראל, dicho término lo veréis incluido en todas las monedas emitidas desde 1948.
· En las descripciones de las monedas anteriormente reseñadas utilizo como referencia las siglas “KM” seguidas de un número, que corresponden a la numeración del catálogo más importante en lo que se refiere a la clasificación de todas las monedas del mundo, el “World Coins”, también conocido como “Krause”. Dicho catálogo se viene reeditando cada año y es muy sencillo encontrarlo en su versión digital por Internet. KM se corresponde con los nombres “Krause-Mishler”; por los autores Chester Krause y Clifford Mishler. De él tendremos oportunidades para hablar más adelante.

Escrito por
David González Corchado
publicado en la Revista "Norba Filatélica", Número 7 junio 2012